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Mentiras y engaños, la decadente estrategia de Eduardo Rivera para judicializar la elección 

Escrito por Henry Sánchez Ortiz

Eduardo Rivera vivió parte de su legado que dejó en la capital poblana, LA INSEGURIDAD, misma que sigue siendo ignorado por su lacayo Adán Domínguez. 

Las y los poblanos vivimos diariamente una realidad que Eduardo Rivera no ve ¿acaso gobernó otro municipio? ¿acaso visitó colonias de otra capital y de la cual presume que la seguridad es lo mejor que dejó en su administración? ¿algún día abrirá los ojos y se dará cuenta de la realidad? 

En la Puebla que habitamos, estamos personas que vivimos con miedo, que salimos a las calles sin saber si vamos a regresar con bien o sin ser asaltados. A Eduardo Rivera jamás le hemos importado, si uno fuera el que cayera muerto, asaltado o violentado, caminarían por encima de uno, mientras que ellos gastan el dinero en campañas negras, de mentiras y montajes para seguir haciendo nada a favor de nosotros, pero como le pasó a él en tiempos de elecciones, porque es un político y sale en televisión se vuelve un escándalo mediático.  

Eduardo Rivera debería aceptar que hizo un mal gobierno, y que lo que le pasó fue resultado de su pésima administración como presidente municipal.  

Ahora bien, Eduardo Rivera ocupa la mentira, la desesperación y el montaje evadiendo la responsabilidad que alguna vez tuvo como alcalde en materia de seguridad y a pesar de que seguirá incurriendo en esta serie de estrategias absurdas lo que resta de campaña, su victimización no será su fortaleza para ganar o judicializar estas elecciones. 

Recuerden, las mentiras no duran para siempre. Y Eduardo Rivera terminará siendo el bufón de estas elecciones por sus constantes mentiras a las que ha incurrido por su desesperación, el mitómano del PRIAN será su segundo nombre.  

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